HORMIGÓN PULIDO
El pavimento continuo de hormigón pulido consiste en la realización de una solera de hormigón de modo que una vez extendida, nivelada y fratasada, se le añade una mezcla de endurecedores y aditivos sobre el hormigón aún fresco.
De este modo se crea una mezcla monolítica junto con el hormigón cuya superficie resultante se pule según el tipo de acabado deseado y uso que se vaya a dar al pavimento (fratasado, semipulido o pulido).
A esta parte superior del firme le llamaremos capa de rodadura. La capa de rodadura es la parte de la solera donde más desgaste se produce debido al tránsito de vehículos, maquinaria, roces e impactos en general.
POR TODO ELLO ES IMPORTANTE:
Conseguir una buena resistencia a la abrasión reforzando la capa de rodadura mediante compuestos de cuarzo, corindón, basaltos y partículas metálicas.
Asegurarnos de un pavimento dúctil, tenaz y de gran durabilidad. Esto lo conseguiremos realizando una armadura con malla de acero, o incorporando fibras de diversos tipos en la losa de hormigón.
Los pavimentos de hormigón pulido, son parecidos a los pavimentos de hormigón impreso, pero están destinados preferentemente a espacios interiores, dado que los pulidos en general transmiten una sensación de limpieza y de ambiente natural, pero no debemos olvidarnos que en exteriores tenemos una gran cantidad de ejemplos como frontones, aparcamientos y todo tipo de pistas deportivas.
El hormigón pulido se ha convertido en una fuerte tendencia durante estos últimos años. Y es que las construcciones con pavimento pulido se han vuelto populares debido a su fácil mantenimiento a través de los años, tanto para propiedades comerciales así como para las residenciales. Otro factor a considerar es el avance de tecnología en el tratamiento del hormigón pulido y en el equipo que se requiere para su instalación.
Claro que cuando te pones a pensar en el desempeño superior y durabilidad que posee el hormigón pulido a comparación de otros materiales, es fácil deducir porque se usa preferentemente en lugares como oficinas, almacenes y centros comerciales. Pero antes de continuar detallando más sobre porque deberías optar por instalar un pavimento pulido, primero veamos lo básico: ¿Qué es el hormigón pulido?
Se trata de un derivado del hormigón que pasa por un proceso especial de lijado y pulido, lo que le permite obtener un aspecto más estético y refinado.
Ventajas del Hormigón Pulido
Ahora, veamos algunas de las muchas ventajas de utilizar este material en nuestra construcción:
Diseño – Este tipo de pavimento ofrece muchas posibilidades como colores inesperados, personalización, incustaciones de diversos tipos de materiales como el cristal.
Bajo mantenimiento – Cualquier tratamiento de limpieza aplicado a este tipo de piso cumplirá su objetivo de forma rápida y efectiva. Debido a que la superficie es densa y dura, no hay cabida para que se forme suciedad o haya grietas donde se esconda, así que limpiar el pavimento será más fácil que nunca, además resistirá un uso intensivo durante años y estará protegido contra todo tipo de grasas y detergentes.
Durabilidad – El pavimento pulido es extremadamente duradero ya que se integra directamente al concreto. No se astilla o genera grietas. Por ello frecuentemente es elegido para colocarse en lugares de trabajos industriales, ya que resiste mucho más peso, a diferencia de sus competidores que se rompen o dañan al mínimo exceso de peso.
Aplicación del Hormigón Pulido
El pavimento de hormigón pulido, consiste en extender una solera de hormigón elaborado en planta, y que una vez vertido es nivelado con láser o cuerdas.
A la superficie fresca de hormigón se le aplican los áridos y minerales, y colorantes necesarios para darle la terminación deseada.
Le aconsejamos el tipo de hormigón en función del uso al que se destine. Para reforzarle utilizamos mallas o fibras de poliuretano.
El aspecto brillante se consigue con fratasadoras o helicópteros tras varias pasadas al pavimento.
Acabados del hormigón Pulido
Fratasado: Es el sistema tradicional por excelencia de Pavimentación industrial. Su realización en tres fases, tales como vertido y extendido del hormigón, dotación de los materiales necesarios como cemento, cuarzo, y en ocasiones corindón coloreado, y por último la aplicación de la maquinaria especializada, que nos da la obtención de una superficie uniforme, resistente, lisa y duradera. Este sistema se utiliza tanto en interiores: viviendas, garajes, naves, como en exteriores: patios, pistas, pasillos exteriores de naves… Este mismo pavimento puede tener acabado semifino, gracias a su rugosidad nos permite obtener un acabado antideslizante, por lo que es especialmente utilizado en zonas de pendiente.
En serio que queda con un brillo fenomenal el hormigón pulido. Tengo un galpon en alquiler y he pulido el piso de hormigón. Quedó espectacular.
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