Propiedades
del hormigón
Desde su invención en
el siglo XIX se ha convertido en el material estructural más utilizado. Su
evolución desde las primeras construcciones empíricas con grandes errores de
diseño hasta las actuales tipos especializados para cada aplicación ha
transcurrido un siglo largo que lo ha consolidado como un material de altas
prestaciones. Esta evolución es el resultado de las investigaciones llevadas a
cabo en los planos químicos, físicos, mecánicos y estéticos. Su comportamiento
al fuego los convierte en el material estructural más seguro antes ese tipo de siniestro.
El conocimiento de
sus debilidades permite elaborar estructuras seguras y duraderas. Piénsese que
la estructuras de hormigón construidas en los años cincuenta están en pleno uso
sin señales de deterioro. Por lo que cabe pensar que los nuevos conocimientos
en materia de durabilidad permitirán construir estructuras de hormigón
relativamente baratas con una vida útil superior a los 150 años.
Una duración que
supera la que el dinamismo de las ciudades actuales necesita, dado los rápidos
cambios de necesidades por el desarrollo poblacional.
Propiedades generales
El hormigón presenta dos estados fundamentales desde los puntos de vista prácticos. El estado fresco o plástico en el que admite ser manipulado para su adaptación a los encofrados previstos y el estado endurecido en el que ha adquirido una rigidez tal que impide su manipulación sin producir fracturas visibles o no irreversibles. Estos estados son sinónimos de la fase de colocación en obra y
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